El reloj mueve su manecillas, y yo corro tras él, tratando de alcanzarlo... Así, agosto se derrite en el calendario, y por primera vez, creo que el té de ruda de hace 22 días está dando resultado. Poco a poco, las piezas comienzas a moverse y el caos inicial se va ordenando. Chispitas de luz, pueden verse al final del camino, y yo siento un torrente de adrenalina por mi sangre, como parada en la orilla a punto de saltar. La palabra cambio se trasforma en verbo y se instala, desde mi espacio hasta mi pelo, amenazado con invadirlo todo, y no me resisto...Casi de sorpresa, escucho el eco de tus pasos tras los míos, y los recuerdos me asaltan. No sé si realmente estás, o es solo mi fantasía que te trae de regreso. Me pregunto si en la nueva etapa hay cabida para viejas ilusiones... aunque sé, es preferible dejar atrás las ataduras. Repito en mi mente frases hechas sobre lucha entre la razón y el corazón, pero al final todo sigue igual, ninguno vence...
Como un gran deja` vu, siento las mismas dudas de otros inviernos, y una vez más me pregunto si la primavera traerá la respuesta. Repaso los recuerdos, los besos, las lágrimas, las ilusiones que llevo tatuados en la piel... y resultan más de los que yo pensaba. Veo como una vieja película, las escenas de ayer repetidas delante de mí, y aunque sé el final de la historia, una vez más, imagino uno diferente...
Si la vida fuera simple, quizás bastara con dar vuelta la hoja, pero no, la vida no es simple...
Entonces decido abrir lo brazos, pararme de puntitas, y (una vez más) saltar...
Abajo, sé, encontrare la felicidad...
3 comentarios:
La palabra cambio se transforma en verbo y se instala
Abajo, sé, encontaré la felicidad
Pues si sabes que la encontrarás, la encontrarás. Al final, la vida también es lo que nosotros hacemos con ella.
Un abrazo muy grande.
Espero que la primavera te haya traido las respuestas.
Alma: Si, yo planeo muchas cosas con mi vida.... espero resulte...
Animoc: Si, las trajo...
BEsos!
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