- ...Y... para cuando el novio...? – me preguntó con un tono de ilusión en su voz. Yo respondí (casi como de costumbre) con una broma, y reímos...
Es que cuando se pasa la barrera de los 30, una mujer debe justificar por demás su soltería, dar explicitas razones para que en su anular izquierdo, aun luzca desnudo. En algunos casos, no basta con decir la verdad (que no existió el candidato adecuado...), y nos empujan a las más rebuscadas fantasías, esas de tono liberal y feminista. La dedicación al trabajo y /o al estudio, o la desigualdad demográfica de géneros, suelen ser las excusas más pronunciadas. Hasta que llega el día en que se han dicho todas, y no queda más remedio que inventarse una mentira que garantice la finalización del cuestionario, o decir una broma, un chiste, y tratar automáticamente de cambiar de tema. Reírnos de nosotras mismas (al menos frente a los demás...) y convencerlos(nos) de que nuestra vida sigue, de que podemos prescindir (al menos hoy) del adjetivo “Sra. ...”
Entonces llegan las justificaciones ajenas, del tipo “cuando menos lo pienses, llegará...” dichas la gran mayoría de las veces, por personas que ya han formado una familia, o se encuentran en pareja, y que por lo general no han pasado mas de 6 u 8 meses solas a lo largo de su vida amorosa. Y queda más que claro que opinar desde afuera, es muy fácil.
En realidad, a ninguna soltera le es grato hablar de esto, de cómo se debe justificar aquello que una desconoce. Solo queda respirar profundo, poner su mejor cara de “yo no fui”, lucir asumido el tema, y seguir adelante, obviando los prejuicios y los viejos mandatos sociales, esos que aunque la mayoría piensa obsoletos y sin vigencia, siguen flotando en el aire.
La mayoría de las veces, ésta actitud como respuesta, suele ser suficiente para que el otro se de cuenta que no debe preguntar más, que es preferible eso, a escuchar la triste y larga lista de realidades. De dolores, desengaños, de pésimas elecciones, de masculinas canalladas, de mentiras, de abandonos... De cómo cada varón (le término Hombre no les merece, les queda demasiado grande...) se ha encargado de destruir uno a uno, nuestros sueños, de reducir nuestra autoestima al ínfimo, y establecer de esta manera para nosotras, la imagen grotesca y patética del resto de su género. No, no todos son iguales, pero los Hombres, (esos que si merecen ser llamados así), son una especie en extinción, y conocer a uno soltero dispuesto a comprometerse, hoy en día, es casi una misión imposible...
- Hablando en serio, hasta cuando vas a seguir sola E....?
- Hasta que conozca uno que valga la pena.... Mejor me siento, no?......
Es que cuando se pasa la barrera de los 30, una mujer debe justificar por demás su soltería, dar explicitas razones para que en su anular izquierdo, aun luzca desnudo. En algunos casos, no basta con decir la verdad (que no existió el candidato adecuado...), y nos empujan a las más rebuscadas fantasías, esas de tono liberal y feminista. La dedicación al trabajo y /o al estudio, o la desigualdad demográfica de géneros, suelen ser las excusas más pronunciadas. Hasta que llega el día en que se han dicho todas, y no queda más remedio que inventarse una mentira que garantice la finalización del cuestionario, o decir una broma, un chiste, y tratar automáticamente de cambiar de tema. Reírnos de nosotras mismas (al menos frente a los demás...) y convencerlos(nos) de que nuestra vida sigue, de que podemos prescindir (al menos hoy) del adjetivo “Sra. ...”
Entonces llegan las justificaciones ajenas, del tipo “cuando menos lo pienses, llegará...” dichas la gran mayoría de las veces, por personas que ya han formado una familia, o se encuentran en pareja, y que por lo general no han pasado mas de 6 u 8 meses solas a lo largo de su vida amorosa. Y queda más que claro que opinar desde afuera, es muy fácil.
En realidad, a ninguna soltera le es grato hablar de esto, de cómo se debe justificar aquello que una desconoce. Solo queda respirar profundo, poner su mejor cara de “yo no fui”, lucir asumido el tema, y seguir adelante, obviando los prejuicios y los viejos mandatos sociales, esos que aunque la mayoría piensa obsoletos y sin vigencia, siguen flotando en el aire.
La mayoría de las veces, ésta actitud como respuesta, suele ser suficiente para que el otro se de cuenta que no debe preguntar más, que es preferible eso, a escuchar la triste y larga lista de realidades. De dolores, desengaños, de pésimas elecciones, de masculinas canalladas, de mentiras, de abandonos... De cómo cada varón (le término Hombre no les merece, les queda demasiado grande...) se ha encargado de destruir uno a uno, nuestros sueños, de reducir nuestra autoestima al ínfimo, y establecer de esta manera para nosotras, la imagen grotesca y patética del resto de su género. No, no todos son iguales, pero los Hombres, (esos que si merecen ser llamados así), son una especie en extinción, y conocer a uno soltero dispuesto a comprometerse, hoy en día, es casi una misión imposible...
- Hablando en serio, hasta cuando vas a seguir sola E....?
- Hasta que conozca uno que valga la pena.... Mejor me siento, no?......
1 comentario:
...Tas dura nena, eh...?
Es complicado, pero no creo q´ sea una misión imposible...
Esperalo sentada, pero esperalo... Seguro q`llega...
Bstos.-
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