domingo, 10 de agosto de 2014

Clara, a ciegas...


Ella me lo dijo y no la escuche. Desoí a Clara cuando me advirtió sobre los amores platónicos… Y salté al abismo…
Me llevó meses juntar mis pedazos. Rearmarme. Cerrar las heridas. Me llevó meses juntar valor y salir de mi caparazón… Es que caer en un abismo suele nublar los pensamientos.

Y así, un día, volví. Con los parches y las cascaritas en el alma. Volví, con el equipaje lleno de sueños y ganas de comenzar de nuevo.

- “Tenes los ojitos brillantes” – Me dijo Clara en la charla de café. Solo respondí con una sonrisa. No hace falta explicarle mucho, ella es una de las pocas que me conoce, a pesar de mis cáscaras.  Y hablamos del tiempo, las liquidaciones y los viajes…

Los planes pocas veces salen como una espera. Eso es lo interesante de la vida. No sabemos dónde ni cómo termina cada camino. Ni a donde nos lleva. Como las charlas con Clara. Solo ella sabe decirte las palabras justas en el momento que menos lo esperas. Aunque en ese momento no entiendas a que se refiere.

-    “Es hora que te quites el velo. No tengas miedo ésta vez. Cuando miras con los ojos del alma, no te equivocas… no vas a ciegas…”


Sucedió hace tres semanas. Recién ahora comienzo a comprender que fue lo que me quiso decir…


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno! Te felicito! No desaparezcas tanto tiempo!

E1000luz dijo...

Gracias!... Eso intentaré...