Ella me lo dijo y no la escuche. Desoí a Clara cuando me advirtió
sobre los amores platónicos… Y salté al abismo…
Me
llevó meses juntar mis pedazos. Rearmarme. Cerrar las heridas. Me llevó meses
juntar valor y salir de mi caparazón… Es que caer en un abismo suele nublar los
pensamientos.
Y así, un día, volví. Con los parches y las cascaritas en el
alma. Volví, con el equipaje lleno de sueños y ganas de comenzar de nuevo.
- “Tenes los ojitos brillantes” – Me dijo Clara en la charla de café. Solo respondí con una sonrisa. No hace falta explicarle mucho, ella es una de las pocas que me conoce, a pesar de mis cáscaras. Y hablamos del tiempo, las liquidaciones y los viajes…
Los planes pocas veces salen como una espera. Eso es lo interesante de la
vida. No sabemos dónde ni cómo termina cada camino. Ni a donde nos lleva. Como
las charlas con Clara. Solo ella sabe decirte las palabras justas en el momento
que menos lo esperas. Aunque en ese momento no entiendas a que se refiere.
- “Es hora
que te quites el velo. No tengas miedo ésta vez. Cuando miras con los ojos del
alma, no te equivocas… no vas a ciegas…”
Sucedió hace tres semanas. Recién ahora comienzo a comprender que fue
lo que me quiso decir…
2 comentarios:
Muy bueno! Te felicito! No desaparezcas tanto tiempo!
Gracias!... Eso intentaré...
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