lunes, 15 de septiembre de 2014

El viaje


Comencé a armar el equipaje sin mucha idea de lo que ponía en ella. Mi cabeza repasaba mentalmente un listado de momentos, palabras, lunas y canciones, tratando de no olvidar nada. Eso también iba en la valija. Llegué al aeropuerto 20 minutos antes de lo indicado en el pasaje y con el tiempo justo para embarcar. Era necesario evitar los tiempos muertos de la espera. Demasiados viajes en poco tiempo, demasiados pensamientos. Una vez que se inicio el vuelo solo miraba por la pequeña ventanilla como el suelo iba quedando a kilómetros de distancia. Kilómetros necesarios para separar lo doloroso. Saque el libro que tenia en el bolso de mano, aunque no pensaba leer. Seguía repasando en todo el equipaje que llevaba, dentro y fuera de aquella valija. Si se pudieran pesar los sentimientos, hubiera pagado exceso de equipaje. Aquel viaje llegaba en el momento indicado, justo. En el momento ideal para tomar distancia y aclarar la mente, o el corazón, no estaba muy segura...
El viaje era la excusa, pero la mismo tiempo era el medio para salir...
Sabía lo que dejaba atrás y todo lo que me esperaba por delante. Sabía, que para comenzar de nuevo era necesario cerrar las heridas, aunque eso llevaría mucho más que la hora cuarenta que duraba el vuelo. Al fin y al cabo el tiempo hará lo propio...
Al fin y al cabo, la vida me enseñó que aunque duela, mejor quedarse con los buenos y lindos recuerdos. Siempre...



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