miércoles, 11 de febrero de 2015

Cinco años

Esteban está parado frente a la biblioteca tratando de decidir que libro comprar. Lleva 45 minutos debatiendo entre tres títulos pero no sabe cual. Debe elegir uno. Esta noche tiene partido y no puede demorarse mas tiempo. Decide por fin, consultar con un vendedor que lo ayude, cuando buscando en el salón, la vio...
El mundo de Esteban, literalmente dejó de girar. Esteban, dejó de respirar. Todo parecía deslizarse en cámara lenta, como si fuera un película. No fue consciente del tiempo que estuvo así., mirándola fijamente y con el corazón en 120 pulsaciones por minuto. En solo un instante, pasaron tantas imágenes por su mente que de pronto, sintió el peso de todo éste tiempo sin Ana. Cinco años. Cinco putos largos años del ultimo beso. Ahora la tenía a solo 10 metros de distancia y no sabía que hacer. ¿Hablarle? ¿Que le diría? ¿Como la saludaría? ¿Debía besarla en los labios o en la mejilla...? Tenia tantos pensamientos todos mezclados en su mente que por un momento pensó que todo era un sueño, una imaginación suya.
Ella está parada en la fila de la caja con dos libros en la mano. Luce tan bonita como siempre. Está mas hermosa que nunca. Corre un mechón de cabello que cae sobre su rostro y lo pone detrás de su oreja. Ana suele hacer ese movimiento cuando está muy relajada. En ese momento, gira la cabeza hacia la izquierda  y encuentra aquellos ojos que la miraban fijamente, como la primera vez. Sonríe. Deja la fila y camina hacia él con la seguridad que solo da la felicidad...
"Cinco putos largos años", sigue diciendo Esteban en su mente. Como si repetirlos pudiera de alguna manera borrarlos, retroceder el tiempo. En éste momento no hay lugar para las excusas ni los pretextos. La mujer que mas amó, camina a su encuentro.
Se saludan. Sonríen. Se dicen todo lo que nunca se dijeron solo con miradas. Esteban toma la mano derecha de Ana y siente la misma electricidad que la primera vez. Se queda prácticamente sin palabras. No tuvo capacidad de reacción después de eso. La charla es breve. No hay mucho para decir. Se despiden con el abrazo mas tierno que pudo verse entre aquellos libros. Ella se dirige nuevamente a la caja mientras el corre a la puerta.
Ya en la calle, con el vapor de la tarde noche, Esteban despierta... 
Cinco putos largos años y aun es la única mujer capaz de detener su corazón...



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