lunes, 11 de agosto de 2008

Catarsis

Cuando las presiones abundan, es preciso detener la marcha. Buscar la forma de liberarse. Parar, antes que la sangre llegue al río...
Los amigos suelen ser la mejor compañía, sin preguntas indiscretas, sin reproches. Acepto entonces, la invitación, el plan de salida, aunque eso signifique de algún modo desandar los recuerdos.
El lugar es el mismo, con al misma gente, solo que dos años después. La luz intermitente me oculta los rostros, que se mezclan con los fantasmas del pasado. Recorro el interior completo, y las imágenes de otro tiempo llueven en mi memoria. Yo sigo, nos las veo, aunque sé que están, no les permito instalarse.
Poco a poco, me dejo seducir por la música, dejo que se cuele en mi sangre igual que las burbujas del vino espumante. Intento poner la mente en blanco y liberar mis caderas al ritmo del reguetton... Disfrutar es la prioridad...
El lugar está lleno, como siempre, y la música suena cada vez más intensa. Los mismos desconocidos de siempre corean los temas, y bailan... bailan... Yo hago lo propio, me entrego al ritmo y me olvido de todo: de las presiones, de los problemas, de vos, de mi...
Los flashes se suceden, igual que el brindis. Cualquier excusa es buena.
El hechizo termina puntual, a las cuatro. Las luces prendidas, muestran los rostros que no se resignan al final obligado.
En la salida, sigo encontrando ecos que prefiero no escuchar. Descubro entonces, que la catarsis no fue completa, aunque siento, que el exorcismo ya comenzó...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

pero avise! así salimos a exorcizar juntos!

Animoc dijo...

Que bueno ver esto, lo juntaria con el anterior y empezaría a armar la verdadera Emi.