Episodio IV: El encargo

Era un martes, casi a última hora de la tarde. No había ningún cliente en el local. Ingresa un señor mayor (aproximadamente 70 años), con cierta dificultad para caminar, ayudándose de un andador. Se dirige al primer mostrador, y una de mis compañeras se acerca para atenderlo.

A: - Buenas noches señor, en que lo puedo ayudar..
C: - Buenas señorita. Necesito un conjunto de esos de la cajita roja (Caro Coure), es que mi señora está operada y me encargo que le lleve un conjunto.
A: - Bien, sabe Ud. el talle?
C: - Si, de sostén debe ser talle 95, y un talle 2 de la parte de abajo...
A: - Muy bien – dice mi compañera, y saca un conjunto de micro fibra, clásico (un sostén sin aro con breteles anchos y una trusa), en el talle que le dijo le cliente.
C: - No señorita – dice el cliente revisando las prendas – Los que usa ella, tienen el alambre... y eso parece un bombachon, ella usa más chiquita.... Espere, mejor la llamamos y Ud. habla con ella directamente. - Saca su teléfono celular y llama.
C: - Hola. Si, estoy acá en el local. Te paso mejor con l señorita, así le pedís a ella. – y le pasa el teléfono a mi compañera.
A: - Buenas noches. – dice ella sin imaginarse lo que estaba a punto de escuchar. Del otro lado le responde la voz de una mujer joven y le dice: Hola, mira quiero el conjunto Di Gala, de Caro Cuore, en color negro, talle 95 y con cola less talle 2.
A: - Aha... – dice mi compañera mientras busca el conjunto – Listo, algo más?
C: - Eso nomás querida. Por favor cobrame con la tarjeta.

Le hacen la factura al señor y éste se marcha contento. Nosotros no salíamos del asombro y elaborábamos algunas posibles conjeturas, sobre la situación tan poco común. Pasan dos días y llega al local una conocida clienta con una bolsa, evidentemente a realizar un cambio.
M: - Buen día. Quiero hacer un cambio. – dice, dirigiéndose a mi compañera que la atendía siempre.
C: - ¿No te queda el talle?
M: - El talle está bien, pero este conjunto cuesta $200, yo prefiero llevarme por ese precio, dos de Getien. Aparte, Caro Cuore no me calza...
Al revisar el conjunto mi compañera , se lleva la sorpresa, al descubrir que se trataba del mismo que habíamos vendido un par de días antes. Y por si quedaba alguna duda, ella sola comenzó a contar su historia:
M: - Yo mande a mi novio, hace dos días a que me compre éste regalo. Es que me había prometido que el fin de semana nos íbamos a las Termas, y al final se fue con su mujer. Entonces le dije que si quería que lo perdone, que me compre lencería nueva. Ya que me pago al operación para que me viera mejor, ahora que me compre todo nuevo...

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