Crónica de un viaje inesperado... (Emi suelta en Baires...)

Como la mayoría de las cosas que suceden sin demasiada planificación, disfrute a fondo mis días en Bs. As. Con la escusa (por si hacia falta alguna...) de visitar a mi amiga por su cumpleaños. arme el bolso y me fui para la capital. Llegué el sábado muy temprano, ansiosa y con muchas ganas e desenchufarme. Buenos Aires me deslumbro entera... No me alcanzaban los ojos para ver... Camine por Florida, Corrientes, Plaza San Martín, Plaza de Mayo, el Obelisco, vi la estación de Retiro por dentro y por fuera; Palermo Soho; los Shopings, Av . Córdoba, por la noche, las luces de los edificios altos desde las Cañitas... San Telmo me cautivo con sus personajes tan coloridos como sonoros, en las 10 cuadras que camine encontré por lo menos 3 orquestas típicas de tango, integradas todas por chicos jóvenes, que llevaban su magia en las venas. Y claro me cruce con turistas, turistas, turista... La opulencia de Puerto Madero y de Recoleta, me dicen que es otro país, dentro del mismo país...
Camine mucho, por todos lados: por el centro, por la costa, anduve en subte, en tren, en colectivo, en taxi; subí y baje sus escaleras mecánicas. Su calles, sus plazas, su gente y sus turistas me llenaron el alma de cosas nuevas en tan solo 4 días...
Sé, me quedaron muchas cosas por ver y descubrir... pero esa es la escusa perfecta para volver o no...?