lunes, 8 de octubre de 2007

Recuerdos (cuento)

Hoy no tengo ganas de escribir... La soledad y la melancolia se me hicieron carne... Les dejo el segundo cuento - continuación mientras se me pasa....

Advertencia: El siguiente texto contiene lenguaje adulto.



Recuerdos (cuento)


La cita fue marcada para las diez de la noche, en un bar de la esquina de Mendoza y 25 de Mayo. El primero en llegar fue Juan, subió, y pidió mesa para seis. Podía verse el cansancio de un día de trabajo, pero no le quitaba el entusiasmo del encuentro. Soledad y Matías se encontraron en la puerta, y entraron juntos; ella muy bonita con un traje azul oscuro y una camisa color natural; él jeans gris, camisa y suéter en los hombros. Se sentaron y comenzaron a charlar sobre el día, el trabajo… Quince minutos después llego Julia tan linda como siempre, tan perfecta… pantalón oscuro y una remera blanca… - Perdón por la demora, el transito está terrible…
Al ratito llego Bruno quejándose de no haber encontrado estacionamiento cerca; se sentó al costado de Julia, al frente de Matías. Después que el mozo les tomo el pedido, comenzaron a charlar sobre las buenas nuevas, todos menos Bruno, que estaba cautivado por al presencia de Julia.
“Estas hermosa,– pensaba – mas linda que antes, como si separarnos te hubiese embellecido. Tan dulce, tan clara, tan sexy… pensar que hace un par de meses yo presumía de vos, con los chicos del club. Me deleitaba caminar tomados de las manos para que todos supieran que eras mía…”
Soledad – Por suerte las cosas en el estudio van bien. Ahora se sumó otra chica, así que somos dos abogadas y el escribano.
“Tu perfume…cuantos recuerdos me trae tu perfume. Como si fuese ahora, te veo en mi cama, desnuda, con tu piel de ceda y aroma a vainilla…”
Matías – Que bueno Sole, así que estas todo el día en el estudio ahora.
Soledad – Si a la mañana tribunales, y por la tarde veo los clientes.
Julia – Vos por lo menos podes cambiar de aire. Yo en cambio estoy en al oficina todo el día, falta que me quede a vivir en al empresa…
Risas de todos, Julia con ese gesto tan particular de tirar la cabeza hacia atrás cuando ríe. En ese movimiento, su escote se abre, y deja entrever un lunar, en la parte alta del pecho derecho. Inevitablemente, casi imantados, los ojos de Bruno se posan en él, como quien desea alcanzar algo que ya no le pertenece.
“El lunar, siempre comenzaba por besar el lunar, aun puedo sentir el sabor de tu pecho en mi boca… Y luego bajar hasta tu centro. No olvido como te estremecías al besar tu ombligo, arqueando la espalda, y regalándome una primera plana de tu vientre. Como entonces, puedo sentir la humedad de tu cuerpo en mis manos…”
La charla seguía, pasando por todas las fases: las novedades, las anécdotas, los chismes… Sonó un teléfono, era Viviana, para avisar que no podía ir porque su beba tenía un poco de fiebre… Bruno seguía extasiado en el recuerdo de un amor pasado. “Tu boca, carnosa, dulce, recorría mi cuerpo descubriendo rincones ocultos y conquistándolos. Solo vos sabes como hacerme estallar con un solo beso de tu boca, con esa particular mezcla de ternura, pasión, locura…”
Juan – Juli, tengo que decírtelo, estas hermosa… Imagino que no estas sola…?
Julia – La verdad, no. Hace un mes que estoy de novia.
En ese momento, tras la inesperada confesión, varios de los ojos se posaron por unos segundos en Bruno, pero él solo atino a fingir una sonrisa forzada, como quien termina de aceptar una derrota.
“A otro, ahora le perteneces a otro… Él tendrá la exclusividad de verte dormir entre sus brazos; de contar uno a uno los 19 lunares de tu espalda. Me pregunto si ya conocerá todos, incluso esos ocultos que yo descubrí… Si sabrá como tocarte para hacerte explotar de placer… O el momento exacto en que necesitas un abrazo par evitar que el corazón se te salga del cuerpo…”
Poco a poco, la charla encontró su final. Pagaron la cuenta y salieron juntos hasta la vereda. La noche había sido un poco corta, para todos y acordaron otra cita par la próxima semana.
Bruno - Si queres te puedo acercar… - le dijo a Julia, como buscando extender el encuentro, como pretendiendo revivir aquellos recuerdos…
Julia – No hay problema, Alejandro me viene a buscar.
El la vio alejarse lentamente, mientras pensaba… “¿Como la pendí? … Soy un idiota…”

7 comentarios:

©Iv4n4 dijo...

Que se joda por puto!

©Iv4n4 dijo...

Esa es la fantasía de toda mujer :P

Y que vuelva de rodillas también ajajajajejeje!

Anónimo dijo...

Fuiste loco. Fuimos.

E1000luz dijo...

IVIS: Algun dia viste que se haga realidad...?

AMALIOVILLA: Fueron...

Anónimo dijo...

A un amigo le paso eso... y aun anda arrepentido... Los hombres aprenden cuando ya es tarde...ejjejeje

LUZ

©Iv4n4 dijo...

de rodillas todavia no... XD

E1000luz dijo...

LILLUZ: Hay algunos que nunca aprenden...

IVIS: Pagaria por ver eso...