martes, 2 de octubre de 2007

Los Amantes (cuento)

Las musas de vez en cuando me visitan... y me ragalan esto. Hoy quise compartirlo con uds.

Advertencia: El siguiente texto contiene lenguaje adulto...


Los Amantes


En una habitación cualquiera, a media luz, lejos del ruido de la calle, dos cuerpos juegan el eterno juego de la seducción. Las manos, que buscan rincones ocultos, van a su paso dibujando la silueta, y adivinando el calor de su cuerpo. Poco a poco, caen las prendas, y dejan así, el pudor a flor de piel. No importa el frío de la noche, aquí se respira pasión por cada rincón. Los amantes se funden en un abrazo sublime. No es posible determinar donde comienza el cuerpo de él, ni donde acaba el de ella. Son solo uno, en la máxima expresión de la pasión. Los besos emigran de los labios buscando nuevos horizontes, recorriendo su piel, su pecho, mas al sur, bebiendo de su manantial; mientras que las caricias descubren rincones mágicos que irradian solo placer. El calor sube tanto que parece el trópico, y no una noche de junio en el hemisferio sur. No se oye nada en la habitación, solo el lujurioso roce de los cuerpos sudorosos, con la respiración entrecortada. La cama deja de ser el escenario físico, dando paso a una especie de danza ritual entre dos cuerpos que siguen siendo uno solo... Él arrincona el cuerpo de ella contra la pared, y dibuja caminos errantes en su espada con su lengua. Las manos de ella juegan en su entrepierna, atrapando con ellas toda su masculinidad erguida. Vuelven a fundirse en un abrazo mas allá de la piel, y las sabanas, aun tibias, los recibe nuevamente y los cobija. No importa nada mas en ese momento, ni el frío de afuera, ni los autos que pasan en la calle, nada... solo la pasión de los cuerpos. Y por fin, luego de un sin fin de besos y caricias, llega el clímax tan buscado. El corazón de ella parece querer escapar de su pecho, pero el abrazo de él, la contiene. Poco a poco, la respiración se hace más pausada, y todo parece recobrar su ritmo. Los cuerpos siguen abrazados, y la pasión a dado lugar ahora, a la ternura. La temperatura comienza a descender lentamente, pero bajo las sabanas sigue siendo el trópico...
Hablan un poco, de nada y de todo; de cosas banales; del silencio de la noche... Al cabo de un rato, ella se incorpora y comienza a vestirse.
- ¿Qué haces?
- Me voy... es tarde...

Él intenta tímidamente retenerla, estirándole la mano, tratando de alcanzar lo inalcanzable, pero sin éxito. La mira mientras ella se arregla, acostado en al cama. Insiste:
- Y si te quedas...
- No puedo, tengo cosas que hacer mañana temprano...

Sigue observándola desde la cama. Ella mira el reloj: 3:45 a.m. y pide un remis por teléfono. A los cinco minutos suena el portero.
- Llego el remis. Me voy... chau...
El se levanta de la cama y la acompaña a la puerta. Solo un suave beso en los labios como despedida.
Ya en el auto, luego de darle la dirección al chofer, ella se pregunta cuantas noches más como ésta, deberá robarle, cuantos besos más tendrá que compartir, hasta sentir que él, por fin, no la dejara ir. Entonces se pregunta si vale realmente la pena. Si tiene sentido insistir, y regalarle su amor a alguien que parece no valorarla, no merecerla... Ella hubiera deseado que él la retuviera entre sus brazos, que no la dejara ir, que descubrieran juntos el amanecer. Pero siente que solo es un juego en que la única que pierde es ella. Se siente frágil, vulnerable, sin defensas, ante un hombre que conoce sus puntos débiles. Es mas fuerte la soledad que siente ahora, que toda la pasión de hace unas horas. Sabe que esto no es lo que quiere, que necesita algo mas que un par de horas de pasión robadas. Ella espera descubrir un amor verdadero. Tiempo, solo el tiempo será capaz, de aclarar su pensamiento, y sobretodo su corazón...

3 comentarios:

Juan Pablo López dijo...

me reservo el hecho de preguntr si ficción o realidad, pero no me reservo el hecho de comnatr que el post pasó por muchos estados, y esa es la idea.

Anónimo dijo...

Cuando lo lei, tuve, como se dice...? un dejavuo?
Me pregunto como sigue? LUZ

Anónimo dijo...

Y, yo digo que todo es realidad, todo lo que imaginamos pasará o está pasando en otro lugar.

Me provocó muchas sensanciones, siempre me gustaron las crónicas "de cama", digamos. Pero lo mejor viene cuando detrás (o por encima, o por debajo) de ese relato, está la lucha interna de una conciencia que duda, que no se conforma, que encuentra en la búsqueda el verdadero fin, buscar, esperar, esa manera que tenemos los humanos de no llegar nunca a la orilla, de seguir en la cima de unas olas que nos traerán quizás el ahogo o la calma, pero seguro nos mantendrán andando.

Espero que tengamos muchos cuentos más.

beSOS.