sábado, 1 de septiembre de 2007

Clara... tan oscura...


La bautice Clara, por la luz que irradiaban sus ojos color miel. Su piel blanca, suave, apenas tapisada por una pecas en los pómulos, resaltaba cuando dejaba su largo cabello castaño suelto. Las curvas de su cuerpo sutilmete dibujaban su figura bajo el uniforme. Nos conocimos en el colegio, cuando tratábamos de decifrar el universo adolescente. Excelente alumna, muy buena compañera, Clara irradiaba luz a donde ella estaba. Tan linda por dentro... tan linda por fuera... Ella, como todas (yo incluida) había sucumbido bajo la seducción de P. Una noche, en el baile del colegio, se pusieron de novios, y ella lo amo con el alma entera; él la quería, a su modo, pero la quería. Al cabo de un tiempo él se canso de la fidelidad y busco en otros brazos un cariño que nunca encontró. Ella aguantaba, un poco por amor, un poco porque el siempre regresaba a su lado. El colegio termino y aquel amor también. Cada uno comenzó la facultad y dejamos de vernos tan seguido. Paso el tiempo, ella se enamoro de un compañero, M., y creyó encontrar el amor verdadero; los meses pasaron y de dío cuenta que estaba equivocada. Pasaron 5 años y varios amores; P. volvió a buscarla, pero Clara no era tan dócil y tierna como antes. Lo volvieron a intentar... y volvieron a fracasar... Después de eso perdí contacto con Clara; ella se mudo a BsAs donde había conseguido un muy buen trabajo.
Hace un para de semanas me la cruce en la peatonal, casi no la reconocí. Muy delgada, la blancura de su piel resaltaba aún mas bajo la cabellera pelirroja... "Emi, Emi R. ¡Que lindo verte! ¿Que tenes que hacer? Vamos a tomar un café..." y no me dio lugar a negarme. Entramos en el bar, ella con una linda cartera de cuero oscura en un brazo, celular en mano, y cuatro bolsas de negocios exclusivos; yo, jeans y campera, y la bolsa de la librería...
"Un jugo par ella y un agua tónica para mi" le dijo al mozo, con un claro tono porteño. Comenzamos a charlar, me contó de lo bien que le había ido en Bs As, tanto que se vino, huyendo del ruido, y puso una empresa de relaciones publicas aquí. Hablaba... me contaba sus cosas. Yo la escuchaba y la miraba, sus ojos miel ya no tenia la misma luz. Su celular sonaba cada 5`, ella contestaba y ajendaba todo, hasta que se canso y lo apago. "Pero contame de vos... Estas igual que hace 5 años" me dijo, y yo le conté de mis cosas, mis logros, mis fracasos, mis amores...
"Sabes que pasa - me dijo- los hombres son todos una mentira... están hechos con el mismo molde y cortados con la misma tijera... ninguno vale la pena..." y me di cuenta que Clara, ya no era Clara, era ella en su versión mas oscura... Me explicó que esa afirmación nacía de su experiencia, que era inútil quererlos, "ellos solo te usan... Hay que hacerlo mismo... Ves esto - dijo, señalando su pecho, que había aumentado por lo menos 2 talles - mi ex decía que eran chiquitas. Yo le dije `queres más, entonces pagamelas´, y lo hizo. Eso si, no las disfruto: dos meses después de eso, cortamos". Yo solo la escuchaba y trataba de recordar a la otra Clara, la que irradiaba luz, pero cada vez fue más difícil, la suave imagen se fue apagando.
Las horas se derramaron en la mesita de madera del bar, y se nos hizo tarde. Me dejo su numero de teléfono y se fue. Yo la vi alejarse enfundada en un jeans ajustado y una botas muy altas... Pensé que tanto amor que tenia, se le gasto... y su luz se apago...
Era Clara... tan oscura...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Los desengaños le galvanizaron el corazón. No dejemos que nos pase, lo tengamos abierto siempre al desengaño, al dolor, porque es la única manera de vivir las ilusiones con intensidad, aunque nos lleven a ninguna parte, lo importantes es disfrutar de lo que vamos andando.

Me gustó mucho cómo está contado.

Besos.

Anónimo dijo...

Realmente está contado muy bien, lástima Clara.

Calio dijo...

Adhiero con los comentarios anteriores de lo bien que lo contaste. Con respecto a tu amiga, yo nunca creí que todos los hombres sean iguales, quizás porque yo pude ver y encontrar a hombres que si valían. En los desengaños siempre hay dos partes involucradas, no es cuestión de estar echando culpas pero muchas veces se usa el amor como excusa de todo. Y el amor por sí mismo no supera todos los obstáculos, aunque la publicidad nos lo quiera vender así. Perdón si parece una visión pesimista, pero a mi también me engañaron o mejor dicho, me dejé engañar. Y salí.

(Me fui al car*** con la extensión, mil perdones Emi!)

Besitos

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo Calíope compartimos la misma visión pesimista pero siempre mirando al frente y sin generalizar

Animoc dijo...

El anterior "José Alejandro" es Animoc, todavía no se usar esto

Anónimo dijo...

Amaliovilla: Tiene razon, le galvanizaron el corazón. Coincido en que, aunque duela,hay que dejarlo abierto...

Calíope: Yo tampoco creo que todos los hombres sean iguales. Sera por eso que sigo intentando despues de todo...
(puede estenderse, no hay problema...)

Animoc: Tiene razón, pobre Clara...
(yo tampoco se usar mucho esto, no se aflija...)

BEsos a todos...